[MÚSICA] Nuestro cerebro es capaz de aumentar la población neuronal, y generar nuevas sinapsis, por lo tanto adquirir nuevos recuerdos, a lo largo de toda nuestra vida. No hay límite de edad, para aprender, puede ser más difícil, pero esa dificultad no es tanto por nuestra, edad, como debido a la pérdida de entrenamiento y falta de tiempo disponible. Con frecuencia nos dicen desde que somos niños, nuestros cerebros pierden neuronas. La realidad es que empezamos a perder neuronas desde antes de nacer, desde antes de ser niños, en el período eh, eh, fetal, al final del periodo fetal. Esto es un mecanismo fisiológico, que nos permite aprender con más eficiencia, pues no se aprende más por tener más neuronas, se aprende, conectando nuestras neuronas y teniendo la densidad neuronal adecuada. Si observamos el cerebro de un niño recién nacido, tiene una densidad neuronal muy elevada, pero sus neuronas estan pobremente conectadas entre si. A lo largo de la vida, se incrementaran sus conexiones, a una velocidad admirable, de entorno a 1000 conexiones por segundo. Durante varios años más, el cerebro elimina neuronas, al mismo tiempo que potencia las conexiones entre las neuronas útiles, que permanecen ahora, si bien conectadas en redes neuronales. A lo largo de la vida, seguimos perdiendo neuronas, aproximadamente a cierta edad entorno, a los 30 años, se estabiliza nuestra población de neuronas y estas siguen conectando entre, conectándose entre si, a partir de las señales que se encadenan nuestro aprendizaje y de nuestras experiencias. >> ¿Qué interesante lo que nos ha contado Antonio, verdad? Pero sigamos profundizando. Veamos, ¿porque envejece el cerebro y cuáles son las consecuencias? El envejecimiento es un proceso natural, no es una enfermendad. Y se debe principalmente a la avería de nuestro departamento de mantenimiento biológico. El cuerpo, tiene más dificultades para reparar y reen y reemplazar, el desgaste de nuestro organismo. Así que, lo mismos cambios, relacionados con la edad que afectan a nuestro cuerpo y las distintas partes, al corazón, a los pulmones, a los huesos, afecta también a nuestro cerebro y dentro de ello, pues a los sentidos y por supuesto también, a nuestras capacidades cognitivas. El cerebro humano, es tan adaptable, que es capaz de compensar, las disfunciones de su propio sistema, a medida que uno envejece. A esto se le llama plasticidad cerebral, Pero hablemos un poquito más de esto. En realidad, a medida que envejecemos, lo que sucede es que la sustancia gris y la sustancia blanca, de nuestro cerebro, se van encogiendo. Recordad lo que nos explicaba, Antonio, la sustancia gris recubre el cortex y el cerebelo. Incluye las funciones ligadas al control muscular, a la percepción sensorial, como ver, oir, las emociones, la toma de decisión o el auto control. Pero esa sustancia también, se eh, concentran los centros de procesado de la información. Cuando la materia gris de nuestro cerebro se encoge, esto afecta a la velocidad con la que procesamos y codificamos, la información que recibimos. Por otro lado, la sustancia blanca, que es aquella que incluye las conexiones largas, entre los axones y la vaina de mielina, que aísla cada uno de esos axones. Esos axones y la mielina que lo recubre, conectan, los centro de, de procesados de información, con funciones específicas. Y es blanca, por la mielina. Hemos hablado you de esto, en, en capítulos anteriores. Bueno, pues, ¿imaginaros los cables de vuestra casa con esos recubrimientos de colores? Los tienen en parte para garantizar, que se puede enviar la energía del punto a al punto b. Pero también tienen esos recubrimientos para evitar los peligros, de que personas u objetos toquen esos cables. Pues algo muy similar, pasa con las neuronas. En cierto modo, la materia blanca aislante, ayuda hacer efectivas la sinapsis entre neuronas, pero también evita, que la corriente eléctrica inunde, todo vuestro cerebro. A medida que la materia blanca, se va erosionando y disminuyendo con la edad, la corriente neuronal se dispersa un poco y por eso sentimos, que perdemos la atención y perdemos la memoria. Esto es un proceso normal del envejecimiento. Y sin embargo, porque postulamos, que a pesar de la edad y a pensar de esos procesos, todavía se puede seguir aprendiendo. Pues la respuesta, es que vuestro cerebro, tiene la capacidad de seguir adaptándose a lo largo de vuestra vida. Desde una perspectiva de aprendizaje, la edad más importante de vuestro cerebro es, lo que llamamos el período crítico, de 0 a aproximadamente 3 años. Ahí es cuando el cerebro comienza a ser reestructurado, para crear una persona operativa. Los bebés nacen con algunas vías neuronales heredadas. Imaginaros las autopistas de alto nivel, que interconectan las principales regiones entre si. Ahora bien, conforme los bebés van creciendo, van aprendiendo y van construyendo nuevas redes, que pueden tener la forma de caminos más estrechos, de carreteras rurales y eventualmente, van convirtiéndose, cada uno de esos caminos, en habilidades específicas. Como dice el profesor, Michael Merzenich, neurocientífico emérito de la Universidad de California, en San Francisco y miembro de la academia nacional americana de ciencias, considerado por muchos, como el padre de la plasticidad cerebral. El dice que los bebés, tienen el interruptor de la plasticidad encendido permanentemente. El cerebro, toma toda la información, sea relevante o no. La plasticidad cerebral de los bebés, no está regulada. Ahora bien, a medida que vamos creciendo y que vamos envejeciendo, la capacidad de controlar el poder de adaptación, crece y desarrollamos un interruptor de plasticidad. Como adultos tenemos el interruptor de plasticidad desactivado, por defecto, fijaros, únicamente tendremos un cerebro que se adapta, si somos capaces de encender ese interruptor. Es decir, si activamos la capacidad de construir, nuevos caminos, eh, esos caminos secundarios, esos senderos rurales de los que hablabamos en los bebés. Pero esto sólo ocurre, cuando las cosas captan nuestra atención. Cuando el cerebro considera que puede ser beneficiosas para nosotros. Esto es realamente interesante, el propio cerebro, termina controlando su propio desarrollo, su propia plasticidad. Y la verdad la pregunta que nos hacemos todos, es bueno, entonces, ¿cuál es la forma de encender el interruptor de la plasticidad cerebral? Y hay, bueno, varios temas, y, y, y la verdad, es que este es un tema, y, y, que todavía se está investigando mucho, y queda mucho por hacer. Pero dejarnos que compartamos lo que dice el profesor Merzenich. Se enciende el interruptor de la plasticidad, cuando prestas mucha atención y le pones eh, en modo focalizado al cerebro. En ese momento, you sabéis, se liberan los neurotransmisores que permiten el cambio cerebral. La segunda eh, manera de ponerse, de encender el interruptor, es cuando realmente nos esforzamos, cuando estamos muy motivados, cuando vemos con claridad, los objetivos del aprendizaje, de ese cambio cerebral. Lo que realmente cambia el cerebro, es la fuerza de las nuevas conexiones neuronales. Esa motivación, puede además venir, por una recompensa, por un castigo e incluso por una sorpresa. Estas son las situaciones de mayor cambio cerebral. El cerebro por tanto tiene plasticidad y puede adaptarse y compensar, la disminución gradual de sus funciones. Este es un hallazgo, relativamente nuevo, en el campo de la neurociencia. Y que tanto científicos, como médicos, están todavía tratando de comprender. Así que no te quepa la menor duda, de que puedes aprender, incluso cuando tienes 60, 70, u 80 años. Hay un creencia común, de que al parecer, el per, el permanecer activo, todo el tiempo, puede ser bueno para tu cerebro y puede evitar que este envejezca., Parece que hay algo de verdad en esto, pero recuerda que la actividad, que es buena para tu cerebro, es aquella que activa el interruptor de la plasticidad. Y por lo tanto, mantenerte activo, con cosas, que no te sacan de tu zona de confort, que no te motivan, puede que no sea tan beneficioso para tu cerebro. Aunque no dudo que quizas si lo sea, para eh, tu estado emocional y tu satisfacción contigo mismo. Dejadme que os de una pequeña sorpresa. Quizás una de la manera de mantenerse activos, saliendo de la zona de confort, es volver a jugar a videojuegos. Como hemos comentado, este es un terreno donde apenas se empieza a producir investigación interesante. Pero parecería que la práctica regular de video juegos de acción, puede mejorar las habilidades cognitivas de gente a partir de una determinada edad, no solo para los niños. Dejadme que os muestre los resultados de esta investigación sobre una aplicación llamada, NeuroRacer. Entre chicos de 20 años y personas de 60 años. Entre las personas de 60 años, había dos grupos a su vez, unas que practicaron, y otras que no practicaron y que no recibieron ningún training. Buscamos en estas fotos, un mayor poder de la línea media a theta frontal. Es decir, cuanto más rojo, mejor. Bueno, pues de estos dibujos, cuáles creéis que es la foto de la persona de 20 años, y cuál creéis que es la foto de la persona de 60 años. Curiosamente el de mayores capacidades cognitivas, es el de la persona de 60 años con práctica. Sorpresa, ¿no? Bien, uno de los temas que tenemos el privilegio de ver, de muy de cerca en la Universidad del IE, es la evolución de las necesidades del mercado laboral, y los cambios que implican en cómo se forman las nuevas carreras profesionales. La profesora Cristina de Simón, de Organización y Gestión de Recursos Humanos, dentro de la Universidad del IE, muestra la siguiente metáfora respecto al cambio de estas carreras profesionales. Veréis aquí, en estas dos fotos, que la época de nuestros padres, es posible que ellos desarrollaran una carrera centrada en un área concreta, quizás tuviera algunas ramificaciones, pero se parece más a esta foto del árbol. Quizás esas personas más jóvenes que estáis viendo este programa, tendrán unas carreras que se parecen más a la foto de la derecha. Parece que tendremos múltiples trabajos, y la gestión de nuestra carrera profesional se parecerá más a la experiencia de hacer surf. Hay que saber ver las olas, buscar la que más nos gusta, aprender a subir esa ola, y luego a aprender a caer para prepararse para la siguiente. Y eso quizás durante más de 50 años. Así que os podéis imaginar la importancia que tiene el mantener en buen estado vuestras habilidades cognitivas, vuestra capacidad de seguir aprendiendo. Dejadme, que os cuente una anécdota del famoso chelista español, Pablo Casals, cuya carrera se extendió durante más de siete décadas. Él decía, cuando le preguntaban que por qué seguía practicando, su contestación era siempre la misma, porque puedo seguir mejorando. Cuando decía eso, tenía 80 años. En cualquier caso, no quisiera concluir esta sección, sin mencionar algunas de las conclusiones a las que se está llegando desde el mundo de la neurociencia, sobre cómo hacer que nuestro cerebro siga funcionando bien hasta edades tardías. Resulta que la parte emotiva de nuestro cerebro también puede afectar a la parte cognitiva, y parece que mantener relaciones sociales de calidad, es muy, muy bueno para la salud mental y para nuestro cerebro. Y aunque indirectamente tiene que ver con el aprendizaje, no olvidéis de cuidar a esa gente que os importa y que os rodea. Porque cuidándoles a ellos, también podéis mejorar el desempeño de vuestro cerebro, si es que eso fuera lo único que os interesara. Soy Teresa Martín-Retortillo. Gracias por Aprender a Aprender.