[MÚSICA] En este vídeo espero convencerte de que el aprendizaje en equipo te puede dar la perspectiva que necesitas para terminar de comprender y aprender el tema que te interesa. Esto es una tomografía computarizada. Si miras con cuidado la región sombreada de aquí revela el daño causado por un accidente cerebrovascular isquémico del hemisferio derecho. Este accidente puede causar una condición inusual, conocida como el trastorno perceptivo de perspectiva amplia del hemisferio derecho. Las personas con este trastorno todavía pueden funcionar, pero solo parcialmente. Pueden conservar su inteligencia, incluso pueden obtener una manera de resolver problemas muy complejos, si eso es una habilidad que construyeron antes del accidente. Pero tienen una anomalía muy interesante, y es que si cometen un error en sus cálculos, llegan a conclusiones sin sentido y no son capaces de darse cuenta que no lo tienen. Por ejemplo, si ven la cuenta de resultados de un puesto ambulante de salchichas y ven que está perdiendo cien millones de dólares, no les sorprende. No tienen la panorámica general, ese clic que diga espere un minuto, esto no tiene sentido. Debemos tener cuidado con las suposiciones erróneas y superficiales sobre el cerebro izquierdo y el derecho, tampoco queremos, por otro lado, tirar lo bueno con lo malo e ignorar las investigaciones que merecen la pena y que dan pistas muy reveladoras sobre las diferencias entre los dos hemisferios del cerebro. Hay una gran cantidad de evidencia y de investigación que sugieren que el hemisferio derecho nos ayuda a dar un paso atrás y poner nuestro trabajo en perspectiva, frente a un contexto general. Las personas que han sufrido daños cerebrales en el hemisferio derecho, a menudo son incapaces de tener esa perspectiva. No, pues resulta que el hemisferio derecho es de vital importancia para tomar el camino correcto y hacer comprobaciones respecto a la realidad. Las personas con accidentes cerebrovasculares no recuerdan los peligros de no utilizar todas nuestras capacidades cognitivas, que involucran muchas veces esa área del cerebro. Incluso, evadir sutilmente algunas de nuestras capacidades puede tener un impacto muy negativo en nuestro trabajo. En cierto sentido, cuando completas rápidamente una tarea o una prueba, o un examen y no vuelves a revisar tu trabajo, estás actuando un poco como una persona que niega usar todas las partes de su cerebro. No te detienes a tomar ese respiro mental para luego volver a revisar lo que has hecho con un panorama mucho más general que nos permita comprobar si eso tiene sentido. Como ha señalado el destacado neurocientífico Vilayanur Ramachandran, el hemisferio derecho sirve como una especie de abogado del diablo para cuestionar el estatus quo y buscar inconsistencias generales en nuestros pensamientos. Mientras que el hemisferio izquierdo trata de aferrarse tenazmente a cómo eran las cosas. Esto se asemeja al trabajo pionero del psicólogo Michael Gazzaniga, quien postuló que el hemisferio izquierdo interpreta el mundo para nosotros y que hará todo lo posible para que esas interpretaciones no cambien. Cuando trabajas en el modo focalizado es fácil cometer pequeños errores en tus suposiciones o en tus cálculos. Si descarrilas al principio, no importa si el resto de tu trabajo es correcto, tu respuesta seguirá siendo errónea y a veces hasta es ridícula. Algo así como calcular que la circunferencia de la tierra es solo dos metros y medio. Pero no te importen estos resultados absurdos, porque el modo focalizado usa el hemisferio izquierdo y trae asociado un deseo de aferrarse a lo que has hecho. Ese es el problema con el análisis en modo focalizado, a veces un poco inclinado hacia dar por bueno el resultado de nuestros análisis. Proporciona un enfoque analítico y estimulante, pero la investigación ha arrojado evidencia abundante de que sugiere que existe un potencial para la rigidez, el dogmatismo y también el egocentrismo. Cuando estás absolutamente convencido de que lo que has hecho en una tarea, en un examen, está bien, bueno, ten en cuenta que quizás ese sentimiento puede estar basadas en perspectivas demasiado optimistas que surgen en parte del hemisferio izquierdo. Sin embargo, cuando das un paso atrás y vuelves a revisar, estás proporcionando una mayor interacción entre los dos hemisferios, aprovechando las perspectivas y habilidades especiales de cada uno de ellos. El físico ganador del premio nobel, Richard Feynman, tal vez lo dijo mejor cuando señaló que el primer principio es que no hay que engañarse a sí mismo y tú eres la persona más fácil de engañar. Una de las mejores maneras de detectar tus puntos ciegos y errores es hacer una tormenta de ideas y trabajar con otras personas que también estén concentradas de manera inteligente en ese mismo tema. A veces, no basta con usar al máximo tus caballos de fuerzas neuronales y ambos hemisferios para analizar el trabajo que estás haciendo. Después de todo, todo el mundo tiene sus puntos débiles. Tu modo de pensamiento focalizado, ingenuamente optimista, puede saltarse algunos problemas, especialmente si eres tú el que comete los errores originales. Peor aún, a veces puedes creer ciegamente que lo tienes todo controlado a nivel intelectual, es perfecto, pero no siempre es así. Por eso, este tipo de cosas puede crear un shock cuando descubres que has suspendido un examen que creías que lo habías hecho perfecto. Si te propones estudiar un poco con tus amigos o con tus colegas, es más fácil darte cuenta de dónde te equivocas. Los amigos y los compañeros de equipo pueden funcionar como una especie de modo difuso a gran escala fuera de tu cerebro, que siempre te cuestionan y te permiten captar aquello que quizás simplemente no pudiste ver tú solo. Y por supuesto, explicar algo a tus amigos y a tus colegas ayuda a consolidar tu propio entendimiento. La importancia de trabajar con otros no solo se relaciona con el aprendizaje, también es crucial en el desarrollo profesional. Un consejo de un compañero de equipo que te recomienda tomar un curso de un profesor, que consultes una nueva oferta de trabajo, o que vayas a una conferencia, puede abrir nuevas oportunidades de desarrollo en tu vida. Pero una advertencia, los grupos de trabajo pueden ser muy efectivos para el aprendizaje, pero tienen un enorme riesgo y es que con frecuencia terminan siendo foros de socialización. El resultado es impredecible si a lo que se dedica ese equipo es a compartir batallitas y anécdotas. Entonces, mantén la conversación y trabajo en equipo bien focalizado en lo que estáis tratando de aprender. Y si vez que las reuniones de tu grupo comienzan con 15 minutos de retraso y la gente viene sin preparar, es mejor que encuentres otro grupo de trabajo. [MÚSICA] Soy Teresa Martín Retortillo. Gracias por Aprender a Aprender.