En este trecho del curso hemos estudiado la lectura, vimos cuáles son sus elementos, sus tipos y muchas estrategias para leer más rápido y con una mejor comprensión. A lo largo de este módulo pudiste evaluar tu velocidad lectora, tu vocabulario y tu comprensión, y entendiste que siempre hay espacio para mejorar y hay forma de hacerlo. En esta sesión estaremos recapitulando todos los detalles importantes de las sesiones anteriores para afirmar el conocimiento en tu memoria de largo plazo. [MÚSICA] [MÚSICA] Aprendimos que hay tres tipos de comprensión: la literal, que tiene que ver con los detalles que se dicen en el texto; la inferencial, que tiene que ver con la interpretación de la información, y la crítica, que explora los propósitos que tiene el autor; y cada una de ellas es más profunda que la anterior. También vimos que la lectura a través de internet, se está popularizando cada vez más. Aunque todavía se prefiere, en lo general, la lectura en papel. Sin embargo, es un fenómeno que está cambiando y conviene estar revisando los artículos de investigación para ver qué pasa en este aspecto. Exploramos también la lectura intensiva, que tiene que ver con leer pequeños párrafos, pequeños trozos de texto, o fragmentos de obras grandes. Eso contrasta con la lectura extensiva, que tiene que ver con leer libros completos, obras completas, sobre todo por placer, y vimos que hay una gran ganancia si uno hace lectura extensiva, ya que después de un año de estarla practicando, los beneficios, en términos de comprensión y velocidad, son muy importantes. Exploramos los elementos de la lectura, hablamos de conciencia fonética y fonológica, que es un prerrequisito para poder decodificar o identificar las palabras. También hablamos de la necesidad de manejarnos muy bien en términos de vocabulario, en términos de velocidad y fluidez lectora y, finalmente, también en comprensión. También hablamos del círculo virtuoso de la lectura propuesto por Nuttall, y que consiste en que quien disfruta la lectura lee más rápido, lee más y, eventualmente, comprende mejor. También nos convencimos de que vale la pena leer materiales complejos, ya que este tipo de materiales, por un lado, contribuye a mejorar nuestro acerbo lingüístico. Pero, por otro lado, también nos exige operaciones cognitivas de nivel superior, que van haciendo que tengamos mejor compresión y mejor experiencia de lectura cada vez. Vimos que la fluidez lectora está compuesta de tres elementos: la velocidad, la prosodia o expresión que damos al texto y, finalmente, la precisión con la que lo leemos. Es importante tener en cuenta que nuestra meta es automatizar al máximo el proceso de decodificación, sobre todo, porque eso nos va a permitir leer más rápido y tener como menos sobrecarga cognitiva en nuestra memoria de trabajo para poder ser más eficientes. También quiero mencionarte que los adultos leemos en promedio entre 250 y 400 palabras por minuto, pero, con entrenamiento, podemos leer mucho más. Y al hacer skimming podemos llegar hasta 1000 palabras por minuto. Revisamos que, a mayor fluidez, mayor comprensión. Pero, además, también vimos que todo el tiempo estamos haciendo como ajustes dependiendo de lo que nos presente el texto y, así, cuando nos encontramos con palabras difíciles, bajamos la velocidad; cuando tenemos todo automatizado, la subimos y vamos haciendo los ajustes pertinentes todo el tiempo. Te propusimos varios consejos para mejorar tu velocidad al leer. El primero tiene que ver con algo muy sencillo: ve al optometrista para asegurar de que tu visión esté perfecta. El segundo consejo tiene que ver con evitar tener muchos puntos de fijación y tampoco estar haciendo regresiones. El tercer consejo tiene que ver con los audiolibros. Debemos ajustar la velocidad para que esté o a nuestro nivel de lectura silente o, incluso, un poquito más rápido, como para estarnos retando y picándonos la cresta para tener una mayor velocidad. Si lo que estoy haciendo es entrenarme para tener mayor velocidad, conviene tener materiales un poquito más sencillos que los de mi nivel instruccional, porque eso me permitirá no detenerme en las palabras difíciles. También te recomendamos usar softwares especializados, que te están forzando todo el tiempo a llevar un ritmo constante y rapidito. Usar tu dedo o una pluma como señalador también te permite llevar ese ritmo constante que se recomienda. Finalmente, nuestros caballitos de batalla: skimming y scanning. Son muy importantes y son muy útiles para leer. Los lectores que son muy buenos, hacen cosas deliberadas para mejorar su comprensión y su velocidad al leer, y eso implica estar como muy atento a todo su contexto de lectura. Hacen un procesamiento tanto superficial, para ver lo literal y la coherencia local, como profundo, para ver la coherencia global y el mensaje holístico de todo el texto. Eso quiere decir que nuestro hámster tiene que estar super activo, y eso implica que estamos siendo muy autorregulados a la hora de leer. Te sugerimos algunos consejos para mejorar tu vocabulario, que incluyen desde abrir el diccionario y enamorarnos de una palabra y usarla varias veces al día, Suscribirnos a un diccionario electrónico que nos envía la palabra del día y nos sorprende con cosas maravillosas. También aprender un poquitito de latín, porque muchas de las palabras en español tienen raíces latinas, y vamos a deducir el significado de manera muy, muy sencilla. Leer cotidianamente, porque eso hace que que nos fijemos también en la palabras difíciles y tratemos así como activamente de aprenderlas, y, finalmente, escribir, porque escribir y leer van de la mano. Las primeras estrategias que vimos para mejorar tu comprensión consisten en hacer anotaciones al margen del texto, subrayar lo importante, y tener un organizador gráfico que nos permite manipular la información de una manera como muy personalizada. Las demás estrategias que vimos están asociadas a la prelectura, antes del texto, la lectura, y la postlectura. Lo más importante en la prelectura es tener muy clara cuál es nuestra meta al leer y buscar lo que corresponde a esa meta. Es como una especie de "paseito" que damos por el texto, como para enterarnos de qué se trata y cómo está organizado. Y, para eso, nada mejor que el skimming y el scanning. ¿Te acuerdas que dijimos que durante la lectura es super importante estar como con todas las pilas muy activas, el hámster corriendo a todo lo que da? Porque estamos en el texto, pero también estamos viendo qué está pasando por acá arriba. Y en ese sentido nos preguntamos: ¿de qué se trata?, ¿estoy comprendiendo?, ¿cómo empata esto que estoy leyendo con lo que yo ya sabía del tema?, ¿cómo contrasta con otros autores?, ¿hay alguna parte difícil?, ¿me necesito regresar?, ¿necesito hacer otra estrategia? Todo esto genera una experiencia de lectura maravillosa. Ahora, ya no te va a sorprender que te diga que una vez que terminas la lectura no acabó la lectura. Tienes que dedicar unos segunditos para cerrar la experiencia, y eso tiene que ver con preguntarte: ¿qué entendí?, ¿lo entendí todo?, ¿cumplí mi meta?, ¿fue claro todo lo que estuve leyendo?, ¿cómo encajó con lo que yo ya sabía y cómo lo voy a integrar para que se guarde en un archivo de memoria muy sólido con palabras clave que yo estoy determinando en este momento y que dan más probable que yo pueda accesar a ese archivo, abrirlo y tenerlo disponible para cuando yo quiera. Viene un módulo increíble: el de metacognición. Vas a ver que se trata de algunos protocolos super sencillos de seguir y que van a hacer que mejore tu comprensión, tu recuerdo, tu accesibilidad a esos recuerdos de manera impresionante. Te toman unos segunditos, y si lo practicas, llega el momento en que lo haces de manera automática. Va a ser un módulo muy interesante, que puedes aplicar a todo lo que aprendas, incluyendo la lectura.