[MÚSICA] En el módulo anterior, hablamos de la importancia del capital social para desarrollar acción colectiva. Las actividades que las personas realizan conjuntamente de manera coordinada, son acción colectiva. [SONIDO] La acción colectiva es necesaria para desarrollar actividades que las personas no pueden llevar a cabo de manera individual. Cuando las personas carecen de recursos suficientes para lograr un objetivo o la escala de un recurso es demasiado grande para poderse manejar de manera individual, deben recurrir a la acción colectiva. La acción colectiva no está dada, debe construirse, y su construcción enfrenta retos y costos. Como vimos anteriormente, existen dilemas de la acción colectiva. Estos dilemas se refieren a la tensión presente entre los objetivos grupales, los beneficios grupales, y los objetivos individuales. Por ejemplo, se refieren a la contradicción entre la participación colectiva para proteger un bien, o el seguimiento de reglas de uso establecidas colectivamente que implican restricciones, y el disfrute individual de un recurso en cuya protección no se ha invertido o para cuyo uso no se siguen las reglas que la colectividad ha establecido. Tomemos el caso de un manantial. Un manantial que usa colectivamente un grupo. Este grupo tiene reglas de uso, se ha dado reglas de uso, por ejemplo el no usar jabón al interior del manantial, el respetar ciertas cuotas diarias individuales del uso del agua, y el participar periódicamente en su limpia. [SONIDO] Esto, digamos, sería la acción colectiva que se requiere para mantener el manantial y para mantenerlo en buenas condiciones. Existe, sin embargo, el reto de personas individuales que pudieron no haber colaborado en la protección del manantial ni seguido las reglas de uso en utilizarlo clandestinamente, más allá de las cuotas de uso permitidas, y como dije, sin haber colaborado en su preservación. Otro ejemplo muy concreto que pareciera no estar relacionado con los temas de bienes comunes de origen natural que estamos mencionando, podría ser el respetar una fila en la entrada de un cine. La mayoría de la gente espera su turno en una fila y evita que se hagan aglomeraciones y caos para la compra de boletos o la entrada al cine. Sin embargo, siempre existe la posibilidad de que alguien se meta en la fila, se adelante a su turno, sin haber respetado el esfuerzo que han seguido todos los que están en la fila para mantener ese orden. [SONIDO] [MÚSICA] [MÚSICA] En términos generales, los dilemas de la acción colectiva son tres, el compromiso creíble, el dilema de la oferta institucional, y el dilema del monitoreo. El dilema del compromiso creíble se refiere al poder contar con la certeza en el compromiso de los demás. ¿Cómo voy a poder saber que los otros están cumpliendo con los compromisos previos que establecieron? Y el poder saber esto es fundamental para que yo establezca un compromiso y lo cumpla. Nadie quiere establecer un compromiso con pares que no cumplen los acuerdos. Por ejemplo, en la fila de la que hemos hablado, donde la mayoría de la gente respeta el turno de los demás, pero empiezan a meterse gentes a la fila, la conducta de los otros muy posiblemente el no respetar los turnos y el empezar a entrar de manera desordenada o buscar entrar de manera desordenada a la sala de cine. La oferta institucional se refiere a la existencia de reglas como base de la acción colectiva, esto you lo hemos señalado. Estas reglas deben ser coherentes con las condiciones locales, tanto sociales como ecológicas y económicas. Es importante, además, que todos los afectados por las reglas puedan participar en su formulación, o por lo menos las conozcan. Cabe señalar que entre la existencia de reglas que se cumplen y la confianza, hay una relación recíproca. En la medida en que existen estas reglas viables y que se cumplen, se fortalece la confianza y se fortalece nuevamente la posibilidad de acción colectiva y de reglas que la sostengan. El dilema del monitoreo se refiere a la supervisión del cumplimiento de las reglas por parte de los usuarios. En sentido estricto, no se trata de que cada usuario sea vigilado en cada momento, esto es imposible y seguramente no es deseable. Basta con que los usuarios de un recurso sepan de que existe la posibilidad de que sus acciones sean conocidas por los demás, es decir, sean monitoreadas. El dilema del monitoreo se refiere, además, a los costos del monitoreo y a la legitimidad del monitoreo. Se trata de que estas acciones de supervisión resulten viables económicamente, y por otra parte, de que los monitores cuenten con la legitimidad frente a la comunidad de usuarios, o sea, que sus acciones, sus reportes del cumplimiento de las reglas por parte de los usuarios cuenten con credibilidad. Pensando en los temas de costos y de legitimidad del monitoreo, resulta que el monitoreo informal entre los propios usuarios, o sea, el monitoreo recíproco, resulta ideal en el caso de recursos comunes locales. Finalmente, cabe tener en cuenta que estos dilemas se relacionan entre sí, se retroalimentan tanto de manera positiva como de manera negativa. you habíamos hablado que el cumplimiento de las reglas fortalece la confianza y que la existencia de un monitoreo legítimo y creíble sostiene también la confianza que permite emprender acciones colectivamente. Decíamos que la acción colectiva y los dilemas de la acción colectiva imponen costos. Estos costos se refieren, estas dificultades se refieren, por una parte, a mantener una comunicación constante entre los usuarios de los bienes comunes, en participar en la formulación de las reglas, y en general, en la gestión de los bienes comunes y en participar o sostener sistemas de monitoreo del cumplimiento de las reglas. Estos costos se conocen como costos de transacción. Los costos de transacción serán mayores en los casos de grupos entre los cuales no existe capital social, you que el capital social reduce por definición estos costos de transacción. [MÚSICA] [MÚSICA] [MÚSICA]