Hola, bienvenidos. Bienvenidos al último módulo del curso "Innovación en la docencia universitaria". En este módulo vamos a tratar de las dimensiones, principios e impactos de las innovaciones. Este módulo pretende ser una síntesis, una reflexión, una contextualización de lo que hemos visto, y unas pistas para continuar. En primer lugar, vamos a hablar de dimensiones. Dimensiones en las que se tiene que imbricar una innovación docente y son dimensiones institucionales. Para empezar, la innovación depende de los estudiantes. Toda institución de educación superior debe conocer qué estudiantes tiene, cómo participan en la universidad, qué características tienen. El estudiante, como veremos, es el centro de todos los cambios e innovaciones. En este sentido, debemos establecer mecanismos para hacer que estos estudiantes se impliquen en su propio aprendizaje, en las instituciones y en la participación. Por otra parte, tenemos el tema del currículum, la pertinencia curricular. Las instituciones de educación superior que quieren innovar o que tienden a la innovación, deben tener currículums que sean pertinentes. Pertinentes, pues, como lo han entendido las conferencias internacionales de educación superior, adecuadas al uso, adecuadas al contexto, que tengan un sentido social. Para que estos currículums sean adecuados al contexto, deben implicarse con términos de justicia social y términos de cambio. Por otra parte, la dimensión de la innovación docente, que es donde hemos centrado todo nuestro curso. Es una de las partes básicas para entender que una institución de educación superior tiende al cambio o tiende a la innovación. Por último, tanto la consideración de los estudiantes, como el currículum y su pertinencia, como la innovación, deberían ser institucionalizados, deberían formar parte de las políticas universitarias, deberían ser contemplados como reales posibilidades de cambio para formar a estos estudiantes que son el futuro de todos los pueblos. Continuamos. Viendo esta contextualización de las dimensiones, vamos a ver qué es lo que, sobre innovación docente, concretamente, hemos visto en el curso. ¿Qué hemos visto? Hemos empezado hablando de aprendizaje colaborativo, un aprendizaje colaborativo que sitúa a un docente y a un estudiante en lugares diferentes a los tradicionales y con relaciones diferentes. Sitúa al docente como un guía, como un experto, pero como un orientador; y sitúa al estudiante como una persona comprometida con su aprendizaje y una persona que es activa en estas metodologías, porque investiga, porque hace, porque debate, porque crea, porque genera, porque hace propuestas, porque se implica. Para todo ello, en este curso hemos visto una serie de estrategias metodológicas, hemos visto método de casos, la gamificación, el ABP, el aula invertida y, de un modo transversal, algunos de aquellos recursos digitales en el aula universitaria. Y transversales porque los aspectos digitales entran en todas las metodologías. Esta manera de aprender siempre implica un grado de incertidumbre y complejidad, y un compromiso que debe ser aceptado tanto por docentes como por estudiantes. Pero, ¿qué principios tiene la innovación docente? La innovación docente no es aplicar una técnica, no es aplicar una metodología y ya está, sino que representa, para un profesor o una profesora, un docente, un desafío a la tradición. Pues, porque todos hemos sido formados y hemos sido educados de una manera, y es una revisión íntima, es una revisión completa por parte de un docente, sobre las premisas epistemológicas que dan soporte a una actuación docente. Ello implica redefinir la labor del docente. También implica buscar el compromiso institucional, y trabajar estos procesos de enseñanza y de construcción del conocimiento. Podríamos decir que trasciende la esfera individual. La innovación no es sólo una cosa que ocurre en el aula y ocurre cuando se propone, sino que tiene que trascender y proyectarse en un contexto y ámbito organizativo, cultural. ¿Cómo son estos cambios que tienden a esta innovación? Siempre sitúan al estudiante en el centro, en la esencia de la innovación educativa. Algunos elementos que se tienen que tener en cuenta desde el principio: cambia la competición por la colaboración, cambiamos el ser el mejor de la clase, el sacar las mejores cualificaciones, esta idea que ha estado tan arraigada, por una idea de colaboración, cómo entre nosotros aprendemos. Pasamos de algo que nos han enseñado toda la vida que es a responder, a hacer exámenes. Hemos todos sido educados y formados en un contexto en el que nos ponían un examen y nosotros nos volvíamos expertos en responder preguntas. Aquí, estas metodologías lo que hacen es proponer una inversión total. Lo que necesitamos son buenas preguntas, lo que necesitamos es que las personas sepan preguntar, quieran preguntar, entonces, se basarán mucho más en cómo hacer estas preguntas que en cómo responderlas. Por otra parte, la normalización, o estos grupos homogéneos que siempre se han pretendido, ante una diversificación. Este tipo de metodologías propone una atención a los itinerarios más individualizada. Esto significa que tenemos estudiantes de muchos tipos y que tenemos la posibilidad, a través de la innovación, de adaptarnos más a estas singularidades. Por último, y es una de las evidencias, es que partimos de modelos muy tradicionales basados en la repetición y en la memorización, y pasamos a modelos que se basan en la investigación, en la indagación, en la participación activa de los estudiantes. Por lo tanto, ¿cómo es esta naturaleza del cambio innovador? Como decíamos, el estudiante en el centro con sus competencias, las competencias que ha de desarrollar y el aprendizaje significativo que ha de llegar a conseguir. ¿A través de qué? De las estrategias colaborativas que hemos estado viendo algunas de ellas, en este curso. ¿Cómo? A través de un proceso dinámico, abierto, con elementos de complejidad y de incertidumbre. Con un proceso que es multidimensional y multidisciplinar, que contempla diversas dimensiones y disciplinas y que, además, está muy anclado a una realidad social y profesional, es decir, no es humo, no está en el aire. Con todo esto, ¿qué hemos visto?, ¿qué hemos visto en el curso y qué estamos viendo en estos momentos? Que aprender, vamos a poder aprender de muchas maneras. Los estudiantes van a poder aprender de diferentes maneras. Aprender explorando, investigando, jugando, pueden potenciar un aprendizaje autorregulado, pueden haber estos itinerarios más personalizados, un aprendizaje más individualizado, y el aprendizaje colaborativo. Vamos a hacer un pequeño resumen para ver cuándo realmente se da una innovación y qué es lo que nos encontramos. En primer lugar, cuando realmente hay una innovación, hay unos cambios, hay un cambio de relación entre las personas que aprenden, entre ellas mismas, porque se generan unos ámbitos de colaboración que son absolutamente diferentes a las metodologías tradicionales. Hay un cambio de las relaciones entre los que aprenden y los que ayudan a aprender, léase, los tutores o los expertos. Cambia la relación porque cambian los roles de los docentes y cambian los roles de los estudiantes, y se plantea, otra vez, un ambiente colaborativo de aprendizaje. Hay un cambio en las formas de conocer y un cambio en el modo de vincularse a los objetos del conocimiento. Está claro que, si el objeto del conocimiento va a ser lo que me va a ayudar a mí en el proceso de descubrimiento y de investigación, mi relación con este conocimiento va a cambiar. Hay un cambio sustantivo en el ambiente. El ambiente de aprendizaje cambia. Somos compañeros que colaboramos, y el profesor deja de ser el experto y se convierte en un guía u orientador. Y hay un cambio en las relaciones con el objeto del aprendizaje o con las propias disciplinas. Entonces, estas ideas, estos cambios, debemos tenerlos presentes para entender cuándo sí estamos haciendo una innovación. Cuando estamos haciendo una innovación, cambia el objeto, cambia el sujeto y cambia la situación. ¿Qué pasa con los docentes? Estos docentes, que un poco transitan de la tradición a la innovación, estos tránsitos no son inmediatos ni son de repente, ni significan que de un día al otro tengamos que hacer las cosas diferentes todos, simplemente que hay un tránsito que vas cambiando en tus modos de hacer. Vamos a ver. Como profesores, inicialmente, tenemos la función de guiar, estimular y colaborar en los procesos de aprendizaje de los estudiantes. Lo más importante, ahora, es que no somos transmisores de contenidos. Vivimos en un momento en que tenemos acceso a todo tipo de información a través de las redes y de otras maneras, que no es preciso que haya un docente transmitiendo contenidos. Este es un modelo que ya no es preciso. ¿Qué es lo que hemos de hacer? Hemos de enseñar a que se ha de aprender a aprender, los mecanismos, los procesos, las estrategias para aprender a aprender, para indagar, para buscar y para que este aprender a aprender sea un aprender a lo largo de toda la vida. ¿Cómo somos los docentes? o ¿cómo tienen que ser?, o ¿cómo tendríamos que ser los docentes que innovamos? En primer lugar, tenemos que aceptar desafíos, porque innovar no tiene la solución escrita, innovar siempre implica un riesgo. Tenemos que colaborar con otros y otras docentes que hacen innovación. Es un elemento clave la colaboración entre docentes. La innovación en solitario es una innovación destinada a no poder replicarse, a no poder compartirse, a desaparecer. Tenemos que evidenciar que hay una voluntad de cambio, que queremos modificar, que queremos mejorar. Tenemos que presentar autonomía y flexibilidad, la rigidez no es amiga de la innovación. Tenemos que intentar crear ambientes de compañerismo y colaboración para aprender los unos de los otros, y para avanzar en la innovación. Luego, un elemento clave es la formación. Los docentes nos hemos de formar porque, en este tránsito de esta tradición del profesor tradicional a profesor más innovador, hay un cambio en la focalización. De los contenidos disciplinares, que es lo que hemos estado normalmente haciendo, transmitir los conocimientos de un programa, de una disciplina, vamos a pasar a desarrollar o a ayudar a desarrollar el pensamiento crítico. ¿Esto qué significa? ¿Que olvidamos los contenidos disciplinares? No, no significa esto. Significa que vamos a llegar a ellos de otra manera, con otros aprendizajes. ¿Qué otros aprendizajes? Vamos a realizar muchos aprendizajes relevantes relacionados con las disciplinas que nos ayuden a construir el conocimiento y vamos, con todo ello, a mejorar esta calidad de los aprendizajes. Un poco, este es el dibujo del tránsito de un profesor más tradicional a un profesor más innovador. Concluyendo y resumiendo este apartado, podríamos decir que nosotros, como profesores innovadores, vamos a tener que promover el aprendizaje de todo, y vamos a tener que atender diferentes estilos de aprendizaje y atender la diversidad. Que vamos a tener que crear ambientes participativos, donde el estudiante se sienta seguro al participar. Que vamos a aprender a integrar todas las aportaciones de los estudiantes. Que tenemos que conseguir que estos estudiantes se sientan libres y seguros al participar. Que tenemos que retroalimentar lo que va ocurriendo, ha de haber una atención docente. Y tenemos que trabajar por los conocimientos pertinentes, los objetivos de aprendizaje que sean relevantes y contextualizados. Brevemente, vamos a ver este impacto de las innovaciones, también contextualizándolo en lo que serían las instituciones de educación superior. Una cultura de la innovación se apoyaría en tres ejes fundamentales: la eficacia y eficiencia, la sostenibilidad y la transferibilidad. ¿Por qué? Porque eficacia y eficiencia hemos de demostrar cuando hacemos una innovación que responde a los objetivos de una materia, de una asignatura, de un área, de una disciplina. Es decir, una innovación per se ha de ser eficiente, ha de ser eficaz, ha de utilizar un mínimo de recursos y ha de tener unos resultados evaluables. Sostenibilidad: ha de ser sostenible. Una innovación que nos requiera unos esfuerzos, unos recursos y le hacemos un curso, si no se puede replicar, si no se puede hacer el curso siguiente, si, por los motivos que sean, se agotan en una sola acción, no tiene una sostenibilidad, no tiene un seguimiento, es un esfuerzo que realmente necesitaría una prolongación. Es decir, es muy importante para la innovación que sea sostenible. Después, que sea transferible. ¿Cómo la compartimos? ¿Cómo la contamos a los otros colegas? ¿Cómo creamos grupos de innovación donde podamos compartir estas buenas prácticas y otras maneras de hacer? De alguna manera, hay algunos elementos que hemos de tener en cuenta. En muchas ocasiones, los indicadores para evaluar las innovaciones no están claros o podrían ser mejorables, o no son compartidos por todos; sería un aspecto a mejorar. En muchas ocasiones, cuando se habla de innovación se está hablando de tecnología, y esto es un error que se da y que no se tendría que dar. No es lo mismo un cambio que una innovación. Porque yo ponga ordenadores en un aula, no estoy haciendo una innovación, estoy cambiando algo. De hecho, la innovación es el proceso. Que en este proceso pueda existir o no tecnología, evidentemente. Que la tecnología es actualmente necesaria, evidentemente. Pero no es suficiente la tecnología, ha de haber mucho más. Después, hay un elemento importante. ¿Realmente, el esfuerzo de innovar tiene un reconocimiento institucional?, sería otra de las preguntas. Para dirigirnos a una cultura de innovación tendría que existir un refuerzo, un reconocimiento a estos procesos. Por lo tanto, creemos que tendrían que existir unas relaciones sinérgicas entre los académicos, los gestores, los administradores y el profesorado, para no crear falsas expectativas. Por otra parte, para compensar el esfuerzo o para evidenciar este esfuerzo, el profesorado siempre tendría que contar con una formación y una coordinación que generaran esta cultura de innovación, para no crear falsas sensaciones de cambio y para potenciar la innovación dentro de las instituciones. Para acabar, algunas claves y retos de la innovación docente. La gestión de la innovación y los modelos de aprendizaje son una respuesta a los retos que se presentan actualmente en todos los contextos de todas las instituciones de educación superior. Es necesario, para la innovación, implicar a los agentes, a los docentes, a los gestores, a los estudiantes, a los equipos y a las instituciones. Es preciso que haya una formación docente y también una investigación sobre la innovación, para que ésta se mantenga, evolucione y mejore. Tienen que existir siempre unos mecanismos de difusión, viabilidad y sostenibilidad de las innovaciones, para que éstas tengan una repercusión que sea evidente y evaluable. Por último, la cultura de innovación debe apoyar mecanismos de reconocimiento y apoyo que incentiven al docente a iniciar unos procesos de innovación docente, que siempre requieren de un esfuerzo, que siempre requieren de un compromiso y que siempre proponen un desafío. Aquí les presento algo de bibliografía, dándoles las gracias por su participación en este módulo y en todo el curso, invitándoles a que posteriormente contesten un test general de todo el curso, un test que no pretende tanto evaluar, sino acompañarlos a ustedes en este proceso que hemos ido desarrollando durante todo el curso. Muchas gracias.