[MÚSICA] [MÚSICA] Los lóbulos parietales del cerebro, son los principales encargados de que reconozcamos los distintos estímulos que llegan a nuestros sentidos. Intervienen en nuestra capacidad de interpretar por ejemplo, que aquellos que tocamos cuando metemos la mano a ciegas en una mochila es nuestro celular, o en reconocer que aquel objeto que estamos mirando es una silla. Pero a pesar de que los lóbulos parietales son los grandes referentes a la hora de estudiar, ¿cómo reconocemos un estímulo? Hay muchas otras partes del cerebro que también están implicadas. Por ejemplo, para poder ver una silla y poder reconocerla como tal, deben funcionar correctamente nuestra vías visuales desde nuestros ojos hasta los circuitos neuronales que se despliegan en los lóbulos occipitales del cerebro, encargados del procesamiento de la visión. De así, distintas áreas cerebrales de asociación, irán puliendo mejor las características de aquello que estamos viendo, y lo comparará con distintos modelos almacenados en nuestra memoria, para que logremos reconocer que aquello que vemos es efectivamente una silla. Finalmente, un último paso podría ser ponerle un nombre a aquello que estamos percibiendo. Es decir, decir por ejemplo, esto que estoy viendo es una silla. Para esto necesitamos una tarea más de lenguaje que se llama denominación. Parece entonces que para una tarea relativamente sencilla como poder ver, percibir y reconocer objetos de nuestra vida cotidiana, en realidad nuestro cerebro tiene que realizar distintos pasos para poder lograrlo. Vamos a llamar gnosias a la habilidad del cerebro para poder percibir y reconocer objetos de nuestra vida cotidiana, y vamos a llamar agnosias a la dificultad o la imposibilidad de reconocer objetos que alguna vez percibimos. Percibimos con distintos sentidos. Con la vista reconocemos objetos, rostros o lugares. Con la audición reconocemos sonidos, melodías, o la voz de alguien conocido. Con el tacto reconocemos textura, consistencias y distintas características de los objetos aunque no los veamos. Por lo tanto, las agnosias serán distintas en función de qué tipo de percepción resulte alterada, y tendremos agnosias visuales, agnosias auditivas, agnosias táctiles, etcétera. Antes de describir algunas de estas agnosias, es importante aclarar que uno de los criterios que debe estar presente a la hora de diagnosticar una agnosia, es la conservación y el buen funcionamiento del sistema sensorial. Esto implica que por ejemplo, un paciente con una agnosia visual ve correctamente, pero lo que pasa es el reconocimiento de aquello que ve. El paciente no se queja de no ver, sino de no saber qué es aquello que está viendo. Otro criterio importante es que un paciente con agnosia, no puede reconocer algo que alguna vez reconoció, por lo tanto, si una persona nunca vio un telescopio, no podremos decir que presentó una agnosia porque vio un telescopio y no sabe qué es. Las agnosias más frecuentes son las visuales, y como en este caso estamos hablando de la visión, los circuitos neuronales en los lóbulos occipitales están muy implicados. En función de qué característica de la percepción sea la que el paciente tenga comprometida, observaremos distintos tipos de agnosias. Por ejemplo, la dificultad en el reconocimiento de rostros conocidos, se denominará prosopagnosia, mientras que la dificultad para reconocer dos objetos que son presentados a la vez, se llamará simultagnosia. La imposibilidad para reconocer colores, se denominará acromatopsia. Y el déficit en reconocer a un objeto en movimiento se llamará, acineptosia. Un paciente con una agnosia visual asociativa verá un objeto que you es conocido por él y lo examinará como si fuera un objeto novedoso, mientras que un paciente con una agnosia visual aperceptiva, no podrá reconocer distintas partes y características de un objeto que en un conjunto tenga sentido y sea comprensible. Más allá de las funciones específicas de cada área, vemos entonces que el cerebro funciona como un todo integrado, y que de hecho para poder funcionar correctamente, tiene que tener la capacidad para poder integrar información que proviene de distintas áreas. [MÚSICA]