[MÚSICA] Hasta este momento, ya sabemos que los conocimientos sobre nuestro cuerpo, cómo es, cómo funciona, son muy importantes para la identidad con el sexo. Ahora vamos a agregar 2 aspectos más, la evaluación que hacemos sobre las características de nuestro cuerpo y las emociones que experimentamos ante los aspectos biológicos que lo caracteriza. Vamos por partes. La evaluación. ¿Cómo nos evaluamos? ¿Cuándo nos evaluamos? Entonces, ¿cómo nos evaluamos? Nadie se evalúa en abstracto. Las culturas tienen unos referentes estéticos de cómo se deben ver los cuerpos, voluptuosos, delgados, musculosos, cubiertos, descubiertos, todos iguales, todos distintos. El contexto cultural en el que cada persona vive tiene unos criterios que se derivan de las condiciones históricas de cada sociedad y la importancia que esta le dé a la apariencia física. Las personas nos comportamos con estos estándares y, con base en ellos, nos evaluamos. Esa evaluación que hacemos hoy de nuestro cuerpo es distinta a la que hacíamos hace 100 años. O las que se harán en el futuro. Ahora, ¿cuándo nos evaluamos? Todo el tiempo, vestidos, desnudos, solos, acompañados. Todo el tiempo estamos comparando si las características de nuestro cuerpo coinciden con los criterios establecidos en la sociedad sobre cómo debe verse el cuerpo de las mujeres y de los hombres en cada una de las edades. Esta evaluación es más frecuente en los períodos que se caracterizan por cambios biológicos muy fuertes, cuando se caen los dientes, en la pubertad, en el embarazo, en el envejecimiento. En estos períodos nos preguntamos si nuestro cuerpo es similar o distinto al de otras personas, es decir, nos autoevaluamos. Ahora, la sociedad tiene unos estándares, y las personas tenemos criterio. Cada persona también tiene unos estándares sobre lo que considera mejor para sí misma. Algunas veces el cuerpo que tenemos coincide con los estándares sociales. Otras veces nuestro cuerpo no coincide con lo que la sociedad tradicionalmente espera de la apariencia de los cuerpos de los hombres y las mujeres. ¿Eso cómo nos hace sentir? [MÚSICA] La identidad con el sexo incluye también identificar las emociones que siento por tener un cuerpo de mujer, un cuerpo de hombre o un cuerpo intersexo. Para esto necesitamos conocer las potencialidades y limitaciones que tiene ese cuerpo biológico. Su contextura física, su funcionamiento hormonal, su capacidad de sensualidad, de erotismo, incluidas las funciones en los procesos reproductivos. Cómo nos sentimos con nuestro cuerpo es importante porque es un instrumento de relación conmigo misma, y es un instrumento de relación con los demás. Entre más a gusto me sienta con mi cuerpo, más seguridad, más confianza y más orgullo voy a experimentar. Por el contrario, si siento incomodidad con respecto a mi cuerpo, más barreras voy a tener para cuidarlo, para protegerlo e incluso para dárselo a conocer a otras personas. Veamos de nuevo nuestra gráfica. ¿Qué sabemos ahora de la identidad con el sexo? Que las sensaciones de afinidad y conformidad con el cuerpo están influenciadas por los conocimientos, la autoevaluación y las emociones. En conjunto, lo que sabemos sobre el cuerpo, la evaluación que hacemos de él y las emociones que experimentamos frente al mismo determinan nuestra actitud con respecto a las características sexuales de nuestro cuerpo. La actitud hace referencia a la opinión, favorable o desfavorable, que tengo con respecto a la apariencia de mi cuerpo, mis genitales y su funcionamiento. Este asunto de la actitud hacia nuestro cuerpo es muy importante. A veces, todo nuestro cuerpo nos gusta y nos sentimos cómodas y cómodos con él. Perfecto. Otras veces, nos gustan unas partes y otras no, y nos sentimos conformes así, o buscamos la manera de hacer algunos cambios. Por ejemplo, el maquillaje, el ejercicio físico, los tatuajes, las cirugías estéticas de acuerdo con los criterios de cada persona. En algunos casos, no nos identificamos con las características sexuales del cuerpo que tenemos. Pero sí con las características sexuales del otro sexo. En esos casos, las personas optan por transformar su apariencia física con el fin de sentir que su cuerpo luce de acuerdo con el sexo con el que sí se identifican. Algunos de estos cambios son más rápidos de realizar, dejarse el pelo largo, cortárselo, vestirse con otra ropa o utilizar determinados accesorios. Otros requieren procedimientos hormonales y quirúrgicos con el fin de transformar las características sexuales secundarias y los genitales para que coincidan con las características del cuerpo con el que sí se identifican. Estas personas se denominan transexuales. Y cuando el contexto legal lo permite, además de cambiar las características anatómicas de su cuerpo, de manera segura, en servicios de salud adecuados, también pueden cambiar el sexo asignado en sus documentos de identidad. En algunos otros países, esta alternativa no existe y las personas transexuales pueden tener más barreras para desarrollar su identidad con el sexo.